Mientras millones de estadounidenses luchan para pagar la insulina, los gigantes farmacéuticos están acumulando miles de millones. El mercado de la diabetes es una mina de oro, con empresas como Novo Nordisk, Eli Lilly y Sanofi controlando más de la mitad de la cuota de mercado global. Estas corporaciones no solo están funcionando bien, están prosperando.
Novo Nordisk, por ejemplo, obtiene más del 70% de sus ventas globales de productos para el cuidado de la diabetes. ¿Su medicamento estrella Ozempic? Casi $17 mil millones en ingresos solo este año. Nada mal.
Las matemáticas son simples y sorprendentes. Por cada dólar que estas empresas gastan en fabricar y distribuir medicamentos para la diabetes, se embolsan un promedio de $1.58 en beneficios. Algunos fabricantes ganan veinte veces sus costos. ¡Veinte veces! Mientras tanto, los pacientes diabéticos racionan la insulina porque no pueden pagar los precios astronómicos.
Por cada dólar gastado en fabricar medicamentos para la diabetes, las farmacéuticas se embolsan $1.58, mientras los pacientes racionan la insulina que no pueden pagar.
Y aquí está lo más impactante: los fabricantes de biosimilares podrían vender insulina por un 97% menos que los precios actuales y aún obtener ganancias. Hay que pensarlo bien. Los precios actuales no tienen nada que ver con la necesidad y todo que ver con lo que el mercado puede soportar.
El mercado global de medicamentos para la diabetes alcanzó los $88.32 mil millones en 2024. Para 2032, las proyecciones muestran que alcanzará los asombrosos $233.84 mil millones. Esa es una tasa de crecimiento anual compuesta del 12.7%. La diabetes no es solo una enfermedad, es una industria.
¿Por qué es tan lucrativo? Por un lado, los casos de diabetes siguen aumentando, especialmente el Tipo 2. El envejecimiento de la población y los estilos de vida poco saludables garantizan un flujo constante de nuevos clientes. Perdón, «pacientes». Con 84 millones de estadounidenses afectados solo por la prediabetes, las compañías farmacéuticas tienen un vasto mercado potencial para explotar.
Luego está la falta de competencia. Los medicamentos agonistas GLP-1 mensuales que cuestan menos de un dólar producir se venden a los estadounidenses por hasta $1,000 al mes. ¿Precios más altos? Claro, ¿por qué no? ¿Quién los va a detener?
El mercado estadounidense es particularmente rentable debido a las altas tasas de prevalencia y un sistema de salud que permite a las compañías farmacéuticas una libertad significativa en la fijación de precios. Mientras los fabricantes justifican los aumentos de precios con costos de I+D, los números cuentan una historia diferente. De hecho, solo el 21% de las justificaciones para aumentos significativos de precios citaron inversiones en investigación y desarrollo como razón.
¿La cruda verdad? El modelo de negocio de la diabetes se basa en mantener los tratamientos caros y a los pacientes dependientes. No es atención médica, es extracción de beneficios. Y el negocio está en auge.